¡Que no te coma el cansancio! Si no encuentras un balance y tiempo para ti, es muy difícil que puedas funcionar correctamente en el día y la bola de nieve del estrés se lleve tu paz mental. Para lograrlo, hay muchos hábitos que pueden protegerte de caer en esta rutina negativa. Por ejemplo un espacio que te cobije en todos los sentidos. 

DESCANSO

El orden en tu cuarto es vital: Tiende tu cama, duerme en sábanas limpias y acogedoras. Trata de mantener un espacio libre de desorganización y ventilado. Esto sin duda aclara la mente y eleva la comodidad al poner el cerebro en “off”.   

BENEFICIOS DEL MINDFULNESS

Parar después de un día pesado es necesario. Para ello puedes empezar por prácticas como el mindfulness que te ayuden a estar en el ‘aquí y ahora’, la meditación o alguna práctica como el yoga. Tu espacio es una parte protagonista para que puedas llevarlo a cabo. Encuentra la calma, los elementos y el ambiente adecuado: Una vela, iluminación ideal, textiles cálidos.